tiene como objetivo promover cambios para mejorar su calidad de vida, durante este proceso el terapeuta explora junto con el consultante aquellas creencias, comportamientos, ideas y recuerdos que obstaculizan su bienestar y desarrollo personal. Terapeuta y consultante plantearan metas en cuanto al proceso terapeutico con el objeto de dirigir la intervención hacía ellas, la duración del proceso varia de persona a persona dependiendo del motivo de consulta y de la situación actual del problema, será su terapeuta quien le pueda orientar sobre la duración de la terapia y la frecuencia de la misma tras conocer su situación particular.
Algunos de los problemas que se te atienden con mayor frecuencia en terapia individual son los siguientes: Ansiedad, Depresión, Duelo, Estrés postraumático, Abuso sexual, Anorexia, Bulimia, Adicciones, Miedos, Ira, Inseguridad, Timidez, enfermedades psicosomáticas, celos, entre otros.